EL ARBOL

Ya para qué seguir siendo árbol
si el viento no canta en mi follaje
Raul Gómez Jattín


El silencio, la asfixia
lo cubre todo

Donde esta el verdor que me cubria
los sueños a los cuales me aferraba
mis raíces

Como seguir
sin ellos

LA RED

Agito
mis brazos, mis piernas, mis alas
pero no escapo de esta magaña de hilos
en que cai

Segado por el resplandor de la noche
que te trajo

Trato de escapar de estos hilos
de este temblor que me ata a tí
de este engaño

Llega el día
me libera de la noche
me libera de ti

A quien siempre regreso
sediento
perdido

COÑO

Huir de estas torpes manos
que todo destruyen

Mis manos
que contra mi se abalanzan
cargadas de odio

Y de estos pies
que solo saben acercarme a precipicios
o tumbarme, entrgarme al polvo

Huir
de ellos y de mi
para regresar con el amanecer
vencido

ANGUSTIA

Oir los latidos de mi corazón
sentir el frio del piso

De las paredes que me rodean

Y escribir, escribir
como si ello fuera a darme otra vida

DIABLA

Diabla
como quemas mis labios
que no dejan de temblar, arder
mientras recorren la geografia de tu cuerpo

Mientras
cruzan por rios envenenados
por valles arrazados por el fuego
y caen en todas tus celadas

Pero mis labios no se detienen
no conciben otra ambrosia que tu piel

No se detienen
no importa que les muestre sus heridas
o sus manos vacias